Una cálida bienvenida a mi blog

 ¡Bienvenidos a La Cafetera de Max! Mucho gusto a todo mundo, soy Maxus Black pero pueden conocerme como el tío Max o simplemente Max. Les d...

20 mayo 2021

Una reflexión sobre el amor

Me gustaría compartir algunos pensamientos personales, y la verdad, no me gustaría molestar a nadie con ellos. Pero me siento en la necesidad de hacerlo, quiero expresar mis emociones como mejor se: escribiendo.

Supongo que todos después de un conflicto amoroso pensamos cosas como: “no me volveré a enamorar”, “el amor no es para mí”, “el amor no existe” y demás frases típicas de un adolescente que apenas conoce el sentimiento de atracción hacia una persona.

Esos pensamientos han rondado por mi cabeza muchas veces a lo largo de mi vida al grado en que he pensado que efectivamente el amor no es algo especial. Digo, te produce toda una reacción en tu cuerpo, pero al final es solo tu cerebro liberando un coctel de químicos que te hacen sentir bien, así como Rick se lo dice a Morty.

He tenido varias parejas, algunas de ellas por mera atracción y otras pocas por “genuino” enamoramiento. De hecho, creo que puedo contar fácil como 4 o 5 pseudo enamoramientos. Realmente en su tiempo pensé “wow, que enamorado estoy de esta chica”.

Así que si, con esto pensaras que el amor no es algo verdaderamente único.

Sin embargo, con la edad que tengo y las relaciones que he tenido puedo asegurarte una cosa: el amor si existe, y la sensación que experimentas cuando finalmente encuentras a esa persona especial es… indescriptible.

Después de una relación fallida que termino dolorosamente y conocer a alguien que me ayudo con eso y otros tantos problemas me puse a pensar. La gran mayoría de mis relaciones amorosas (por no decir todas) se basaban en la lastima más que en el amor. Siempre me relacione con chicas con problemas; depresión, falta de atención, dependencia emocional y otros problemas un poco más pesados, siendo yo la figura fuerte en la relación, el protector y, básicamente, la imagen tradicional del hombre de la relación.

Esto claramente me trajo muchos problemas, ya que me dedique tanto en los problemas de los demás que termine ignorando los míos y tragándome todas mis emociones negativas en pro de mantener una imagen fuerte y optimista (no solo con parejas, si no con amigos también. Hasta con mi familia). Eso me pasa factura actualmente, ya que sigo siendo esa imagen de fuerza, determinación, positivismo y egocentrismo para muchos… Pero personalmente me siento como basura.

No fue hasta que conocí a esta persona que me sentí diferente. Quería (y quiero) protegerle, sí. Pero a la vez me transmitía una sensación de “me siento protegido” cada vez que hablábamos, y por primera vez sentí que podía hablar libremente de mis emociones, preocupaciones y miedos.

Y entonces, ¡PUM! Me enamore, a primera vista… ¿Eso también es posible?

Lo entendí en ese momento, el trato reciproco del cual se trata el amor… Y me hace recordar algo que leí por Twitter (lo sacare fuera de contexto, ya que lo que leí no tenía nada que ver con el tema que estoy tratando).

            “No hay un hombre y una mujer en una relación, amb@s somos personas.”

En el amor, uno no debe de estar en la obligación de “proteger” al otro, ambos deben protegerse mutuamente psicológicamente y físicamente. Un trato reciproco donde no haya dependencia uno por el otro.

Es gracioso que llegue a esta conclusión, ya que no solo me di cuenta de esto, si no también me di cuenta que mis parejas no eran las únicas dependientes emocionalmente… También yo.

Tristemente me di cuenta que no puedo vivir sin amor de alguien. Toda mi vida soñé con poder estar con alguien a quien amar y que me amara, sin saber que fui gestando un miedo a la soledad.

Un dato sobre mi es que suelo imaginar situaciones hipotéticas antes de que pasen y sus distintas variables. Esto lo hago especialmente para prepararme mental y emocionalmente para el impacto de dichas situaciones, suele funcionar a veces. Pero algo que siempre está presente, especialmente en proyecciones a largo plazo es mi poca capacidad para lidiar con la soledad. Literalmente me imagino como un hombre que lo ha logrado todo pero que vive sin entusiasmo al haber llegado a la edad madura sin ser amado.

Y es verdad, ¿de qué sirve haber terminado mi carrera, alcanzado la cima de mis metas y vivir cómodamente si no tengo a nadie con quien pueda compartir mi vida? ¡No sirve de nada! No importa que haya logrado si al final sigo odiándome por lo que fui y soy. Porque si, me odio a mí mismo por las cosas que he hecho y que me llevare a la tumba, ya que no tengo perdón ni de la sociedad ni ante los ojos de un dios.

Yo solo quiero ser amado, pero no puedo hacer nada para hacer que alguien me ame. Ya ni siquiera sé si yo puedo amar con la misma pasión con la que experimente hace poco.

Me creía un hombre sin miedos ni fobias fuera de lo común, pero ahora me doy cuenta que le temo a la soledad. No le temo a la muerte como tal, sino a morir sin haberme sentido amado por alguien.

Si te tomaste la molestia de leer hasta aquí, quiero decirte que te aprecio mucho y que te amo un montón. Y que si me necesitas estaré para ti.

Y si eres “esa” persona… bueno, te amo… pero de un modo que pocos llegamos a comprender. Espero que seas feliz con o sin mí, y que puedas amar y ser amada hasta el final.

            ― Maxus